La evitación de tóxicos es la mejor manera de prevenir la aparición de enfermedades ambientales. Muchas de las sustancias que afectan negativamente a nuestro organismo están presentes en productos de uso cotidiano en viviendas, oficinas, colegios, centros comerciales, hospitales, transportes públicos…
En el caso concreto de mujeres embarazadas y niños, la vigilancia del ambiente puede suponer la diferencia entre tener una vida en salud o sufrir secuelas de por vida. Los pequeños cambios en el día a día merecen la pena.