La Fundación Alborada, entidad que, desde su creación, viene trabajando por el reconocimiento de todas las enfermedades ambientales y su tratamiento adecuado -como cualquier otra dolencia- se ha dirigido a los partidos políticos y candidatos que concurren a las elecciones del próximo domingo para exponer las reivindicaciones del colectivo de médicos, enfermeros y afectados por estas dolencias. Como parte de esta campaña de contactos con los partidos políticos, la presidenta de Alborada, Pilar Muñoz-Calero recibió el pasado 25 de octubre en la sede de la fundación, en Brunete (Madrid), al líder de la formación verde Equo, Juan López de Uralde,. El ex director de Greenpeace se comprometió a llevar al Congreso de los Diputados las necesidades de las personas afectadas por Sensibilidad Química (SQ) y otras dolencias de origen ambiental si consiguen representación parlamentaria, algo que las encuestas vaticinan como probable.
La Fundación también ha recibido una respuesta positiva de Izquierda Unida, quien, a través del coordinador del Área de Ecología, José Luis Ordóñez, ha recogido las propuestas de Alborada para incluirlas en su programa electoral, al tiempo que gestiona una entrevista con el coordinador general de la coalición, Cayo Lara, tras las elecciones. El Partido Popular se ha mostrado igualmente abierto al diálogo tras los comicios.
Entre otras ideas, la Fundación Alborada propone a los partidos y personas que van a gobernar nuestro país o diseñar las leyes de los próximos años considerar la medicina ambiental como una nueva disciplina médica transversal; desarrollar programas de formación para estudiantes y médicos a nivel europeo en este terreno; mejorar la provisión económica de la lucha contra estos problemas y, particularmente, costear públicamente los diagnósticos y tratamientos necesarios; firmar contratos y acuerdos de colaboración entre las instituciones públicas y las asociaciones que trabajan en el campo de la salud ambiental; o asegurar la implementación del sistema de “ambulancias verdes” o ambulatorios móviles que analizan las casas y los edificios de trabajo a petición de los individuos preocupados por la contaminación interior.