Trastornos Digestivos
Desórdenes alimentarios
Cada vez son más frecuentes las alteraciones intestinales, (gases, dispepsia, hinchazón, dolor, irritación, acidez, malas digestiones…) y todo tipo de desordenes alimentarios. La superficie de la mucosa del intestino forma una frontera extensa entre el organismo y el medio ambiente. Este medio ambiente viene representado por todos los contenidos intestinales y está en comunicación estrecha con el mundo externo. La mayoría de los alimentos deben ser procesados por el organismo antes de que puedan ser absorbidos. Por ejemplo, las proteínas son convertidas en péptidos y luego en aminoácidos, las grasas en ácidos grasos y otros compuestos, los hidratos de carbono en azúcares simples y el almidón y la fibra tienen que fermentar. Incluso los minerales tomados en la dieta son absorbidos a través de un proceso activo. Esto hace que cambios muy sutiles en el proceso de digestión y absorción puedan tener efectos muy profundos sobre la nutrición e inducir cambios biológicos que pueden dar lugar a una enfermedad (todo tipo de desórdenes alimentarios). La flora intestinal desempeña un papel muy importante y produce algunos micronutrientes esenciales para la salud.
Los desequilibrios de la flora intestinal pueden tener su origen en el tratamiento con antibióticos, estrés, alcohol, alergias alimentarias, aditivos y conservantes de alimentos, pesticidas, etc. generando desordenes alimentarios.
Actualmente sabemos que una serie de sustancias químicas tóxicas son excretadas a través del tracto digestivo humano. En individuos sanos el intestino es selectivo en su absorción, pero cantidades importantes de estas sustancias pueden pasar a la circulación sanguínea cuando hay estasis intestinal (estreñimiento) o aumento en la permeabilidad del intestino. Ya desde hace mucho tiempo se sabe la importancia del papel que desempeña el correcto funcionamiento del intestino en la preservación de la salud y en la provocación de la enfermedad (todo tipo de desórdenes alimentarios), así como en el estreñimiento y producción excesiva de gases. El exceso de indol, escatol y de otras aminas (causantes en ocasiones de la fetidez de las deposiciones) es considerado como causa de estados tóxicos. Debido al estreñimiento se pueden producir una serie de productos tóxicos en el tracto digestivo. Estos tóxicos pueden ser los causantes de muchos síntomas como obnubilación, sensación de borrachera sin haber bebido, somnolencia después de comer, pérdida de atención y concentración y pérdida de memoria.
Síndrome del intestino irritable
El síndrome de intestino irritable, es el proceso que con mayor frecuencia se atiende en los servicios de gastroenterología. Es un trastorno del tubo digestivo que puede afectar cualquier segmento, desde la boca hasta ano, es por eso que se presentará una amplia variabilidad de síntomas en personas que parecen este síndrome.
El síndrome de intestino irritable puede estar provocado por una serie de factores activadores que se encuentran en alimentos como: cebollas, productos lácteos, trigo, chocolate, café, huevos, cítricos, patatas, colorantes alimentarios y cereales. Otros componente. También hay componentes tóxicos que lo pueden activar como el humo del cigarro.
En Fundación Alborada podemos ayudar a toda persona que esté interesada a detectar aquellas sustancias que provocan sintomatología intestinal y favorecer a que el organismo se desensibilice de dichos agentes desencadenantes y, por lo tanto, contribuir a la mejoría.
Intolerancias alimentarias
Aproximadamente un 20% de la población presenta durante su vida alguna reacción adversa alimentaria. En las últimas 3 décadas estas reacciones han aumentado exponencialmente a nivel internacional. Una reacción adversa es un término genérico utilizado para describir cualquier reacción desfavorable que se presente tras la ingesta, el contacto o la inhalación de un alimento o uno de sus componentes.
Las reacciones adversas se clasifican en tóxicas (causadas por sustancias que producen trastornos en cualquier persona) y no tóxicas, las cuales no son dependientes de la dosis y sólo afectan a personas susceptibles. Dentro de este tipo encontramos:
1) Reacciones alérgicas: aquellas cuya respuesta involucra al sistema inmunitario y tiene lugar tras la ingesta de un alimento, incluso en cantidades muy pequeñas. A su vez, éstas pueden estar mediadas por la IgE o no (como la enfermedad celíaca).
2) Reacciones de intolerancia: producidas por un mecanismo no inmunitario. La frecuencia de este tipo de intolerancias es 5-10 veces mayor que las de tipo alérgico. Las intolerancias alimentarias pueden ser:
a) De causa metabólica (déficits de enzimas involucradas en el metabolismo de algún alimento).
b) Farmacológica (por efecto de aminas vasoactivas que se encuentran en algunos alimentos de forma natural y que son capaces de desencadenar reacciones clínicas gastrointestinales y neurálgicas).
c) Reacciones indeterminadas (incluyen las reacciones frente a los aditivos).
Debido a la falsa creencia entre la población de que algunos síntomas agudos son debidos a reacciones alérgicas inducidas por alimentos, es fundamental llevar a cabo una valoración y un diagnóstico correcto con el fin de evitar dietas de eliminación innecesarias, que pueden conllevar retrasos en el crecimiento y el desarrollo que pueden conllevar retrasos en el crecimiento y desarrollo de los lactantes y los niños y déficits nutricionales en los adultos.