La Fundación Alborada lanzó en 2015 su proyecto internacional ¡Que no te alteren las hormonas! para sensibilizar sobre las sustancias químicas que pueden afectar a nuestro sistema hormonal y tener impactos irreversibles en nuestra salud y en la salud de las futuras generaciones: los disruptores endocrinos.

Todos los días estamos expuestos a distintas sustancias químicas que son nocivas para nuestra salud y que se pueden evitar o sustituir. El proyecto ¡Que no te alteren las hormonas! tiene como objetivo informar sobre estas sustancias, dónde se encuentran, cómo podemos actuar y cómo reducir la exposición diaria.

Trabajamos a nivel internacional para informar a los ciudadanos y a los responsables políticos porque es vital reducir la exposición a estos disruptores endocrinos y conocer las alternativas para proteger nuestra salud.

Visita el blog del proyecto  para saber más sobre las sustancias disruptoras endocrinas y para conocer todas las acciones que se llevan a cabo: eventos, informes, cursos y mucho más.

En el marco de este proyecto se han realizado dos campañas:

Mi ciudad cuida mis hormonas

Mi ciudad cuida mis hormonas

Campaña dirigida a reducción la exposición a disrupotres endocrinos a nivel municipal en España. En colaboración con Ecologistas en Acción informamos a los Ayuntamientos y les invitamos a aprobar una moción con acciones que contribuirán a la salud de sus vecinos, como la limitación del uso de pesticidas en parques y jardines o la promoción de la comida ecológica en comedores públicos, entre otras.
El mapa interactivo de la campaña muestra los municipios que ya se han adherido y los que están en proceso, así como las medidas a las que se han comprometido y el estado de las mismas. Visita la web de este proyecto.
IRDES

IRDES

La Iniciativa para la reducción de la exposición a disruptores endocrinos en la sanidad (IRDES) es una campaña que tiene por objetivo evitar que las personas que reciben tratamiento hospitalario sumen a sus problemas de salud un nuevo elemento: la contaminación por alteradores hormonales.

En determinados casos esta exposición puede ser intensa, como en las unidades de neonatología y de hemodiálsis, a través de incubadoras, tubos, bolsas… A lo que hay que añadir otras fuentes como productos de limpieza, mobiliario e incluso la comida que reciben los pacientes. Sustituyendo ciertos materiales y productos podría lograrse una mejora en la recuperación de los enfermos y, sobre todo, prevenir futuras patologías relacionadas con la disrupción endocrina que pueden surgir a madio y largo plazo.

Visita la web de este proyecto